Los Terribles 2 Años

Los Terribles 2 Años

Cómo manejar las pataletas de mi hijo de 2 años

Probablemente alguien ya te advirtió sobre los famosos "terribles dos": esa etapa en la que tu bebé, que solía ser tan tranquilo, comienza a mostrar comportamientos desafiantes. ¿Es rebeldía? ¿Tu hijo se está volviendo difícil de manejar? No, en realidad, está empezando a desarrollar su sentido de autonomía, descubriendo que es un ser único con su propio criterio y decisiones. Aunque es un paso importante en su crecimiento, para ti puede ser complicado, especialmente cuando te encuentras lidiando con constantes "¡No!" y explosiones emocionales.

Es importante entender que las pataletas son una parte normal del desarrollo en esta etapa. Es posible que hayas notado cambios alrededor de los dos años, pero no hay un momento exacto en que todo cambie. Lo que sí es seguro es que las rabietas y frustraciones son una respuesta natural, aunque no por eso más fáciles de sobrellevar. Y sí, aunque las pataletas sean algo esperado, eso no significa que sepas exactamente cómo manejarlas.

Primero, es fundamental entender qué es una pataleta. Los niños a esta edad aún están aprendiendo a gestionar sus emociones porque su cerebro no está completamente desarrollado. Durante una pataleta, su cerebro se inunda de cortisol, la hormona del estrés, lo que les dificulta calmarse solos. No es que no quieran controlarse; simplemente no saben cómo. Aquí es donde entramos nosotros: debemos ser su guía y apoyo en ese momento de caos.

Las pataletas no solo son incómodas para ti, también lo son para ellos. A veces, pensamos que dejarlos llorar solos hasta que se calmen es una solución, pero la verdad es que prolongar esa exposición al cortisol puede afectar negativamente su desarrollo cerebral. Por eso, es crucial ayudarlos a regular sus emociones en lugar de dejarlos solos en esos momentos.

Ahora, tal vez te preguntes: si las pataletas son tan incómodas para ellos, ¿por qué suceden? La respuesta es simple: los niños se sienten frustrados, enojados o incómodos y aún no saben cómo expresar esos sentimientos de manera adecuada. Aquí es donde nuestro papel como padres es crucial. Tenemos que enseñarles a identificar y manejar sus emociones, algo que aprenderán con el tiempo y con nuestra ayuda.

A continuación, algunos pasos que te pueden ayudar a manejar una pataleta:

  • Calma tu propio estrés: Cuando tu hijo está en medio de una pataleta, es fácil sentirse abrumada, pero debes intentar mantener la calma primero. Respira profundamente y recuérdate que puedes con esta situación. Si te calmas, será más fácil que tu hijo también lo haga.
  • Identifica el motivo: Intenta entender qué desencadenó la pataleta. ¿Está frustrado por no poder hacer algo? ¿Se siente incómodo o tiene miedo? Comprender la causa te ayudará a manejar mejor la situación.
  • Valida sus emociones: Con voz calmada, describe lo que crees que está pasando. Ejemplo: "Sé que querías seguir viendo la tele y eso te pone triste porque te encanta ese programa." No significa que cambies la regla, sino que le muestras que entiendes su frustración.
  • Mantén los límites con firmeza y empatía: Valida sus sentimientos, pero mantén las reglas. Ejemplo: "Entiendo que estés triste, pero es hora de comer, por eso apagué la tele."
  • Ayúdalo a calmarse: Si tu hijo aún no está listo para tranquilizarse, mantén tu apoyo. Puedes ofrecerle una opción simple, como elegir un peluche o contarle una historia para distraerlo.

Recuerda que las pataletas son parte del proceso de crecimiento de tu hijo. No siempre será fácil manejarlas, pero con paciencia y calma, podrás ayudarlo a superarlas. Y si a veces pierdes la calma, no te castigues. Ser mamá/papá no es fácil, y está bien equivocarse. Lo importante es que sigues intentándolo, y eso es lo que cuenta.

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